La familia es, sin duda, el cimiento de toda sociedad, y es donde todo individuo recibe los primeros aprendizajes que definirán su vida adulta.
En este núcleo de crecimiento y desarrollo, la educación de hoy busca estimular al máximo las capacidades potenciales de nuestros hijos, y darles oportunidad para que desplieguen sus facultades y crezcan con una personalidad definida y fuerte, aunque esto no podría lograrse sin la presencia de valores y hábitos arraigados y sanos.
La buena marcha del hogar, repercute positivamente en la formación de todo ser humano, es por eso que fortaleciendo las relaciones familiares, lograremos vivir en una sociedad mejor.